Esta entrada está dedicada a todas aquellas personas
que aman la saga Canción de Hielo y Fuego
y odian la serie Juego de Tronos. Por
ello, aviso que este texto contiene gran cantidad de
spoilers, teorías y lenguaje agresivo. Si no has leído los cinco libros
publicados, no sigas leyendo.
Bueno, dada la “gran acogida” de mi primera crítica,
la cual me ha aportado comentarios como “haters
gonna hate” y mi nuevo mote, “el talibán”, aquí llega la segunda entrega
con el capítulo número cinco, “El Primero
de su Nombre”. Una crítica en la que reflexionaremos sobre personajes
pasados, presentes y olvidados; la justicia poética y la facilidad de la HBO para convertir en asesino a cualquiera.
¿Dónde están los Greyjoy? |
Cersei
Este quinto episodio comienza con un duelo de víboras,
y no me refiero al dorniense, sino a la malvada Lannister y a la reinterpretada Tyrell,
así que hoy empezamos con la reina regente, Cersei.
En esta escena vemos a la sufriente madre en la que se
ha convertido a Cersei en la serie,
si bien en esta escena puede parecer ser más teatrillo que realidad. Desde mi
punto de vista este personaje se ha hecho “menos malvado” que como es en el
libro, de la misma manera que con Jaime
se ha hecho lo contrario.
En los libros Cersei
Lannister se caracteriza por ser tan despiadada como Tywin, pero con unas motivaciones egoístas y temperamentales que le
hacen perder el control de vez en cuando. Es manipuladora y no duda en usar su
sensualidad y sexualidad para conseguir sus fines. Pero sobretodo, Cersei es la creadora de Joffrey Baratheon, es la que lo ha
consentido y sobreprotegido de tal forma que se convirtió en el personaje que
todos hemos conocido en los libros (pero de él hablaré después).
Mientras tanto en la serie la han convertido en una
sufridora que lucha (despiadadamente) pero, ante todo, sufre. No me importa
mucho que solo la hayamos visto con su primo Lancel, en la serie hay que ahorrar, no hay presupuesto para
hermanos Kettleback (al menos de
momento); aunque lamentablemente Tyrion no
va a poder decir su gran frase de “…puede que hasta con el Chico Luna” (que no hay presupuesto, hombre). Pero volviendo a Cersei, lo
que no me gusta es que hay demasiadas escenas en las que aparece hablando sobre
su sufrimiento, como mujer, esposa, hija, etc. Y si bien esa parte concuerda
con el personaje del libro, aparece varias veces (la escena de hoy es una de
ellas) lamentándose porque su hijo “era un monstruo”. Eso no, nunca, era su
mayor orgullo, su idolatrado primogénito, su pequeño; es más, en los libros
podemos notar como el personaje de Cersei
cambia cuando muere Joffrey, cayendo
en una espiral de destrucción protagonizada por la paranoia, el alcohol y el
juego de tronos.
Pero esta es otra, es que el Joffrey de la serie no es el mismo que el de los libros. Mientras
que en los libros es un odioso niñato mimado con el poder y la impunidad de un
rey; en la serie es un psicópata que llega al trono. La clave: en la serie es
un asesino, en los libros no. En los libros Joffrey
es cobarde, utiliza a otros para hacer daño y disfruta con el sufrimiento
de los demás, pero nunca lo ejerce. En la serie sí llega a matar y a torturar,
además de tener entre sus escenas
algunas con componente sexual (el sello HBO). En definitiva, un insulto al Joffrey original, que ni él mismo merecía.
El primero de su nombre |
Daenerys
Como anuncié en la entrada anterior, le iba a tocar a Daario Naharis, al cual le han hecho ir a trabajar, junto con el resto del
reparto de la Madre de Dragones, para
una escenita de cinco minutos. A estas alturas de la serie me pregunto un par
de cosas, pero la principal es dónde está Belwas
el Fuerte.
De los cientos de cambios que han hecho en la trama de
Daenerys, este es el que me ha
mosqueado más, ya que el peculiar inmaculado es uno de mis personajes
favoritos. Es cierto que su papel en los libros no es, al menos de momento,
imprescindible, protagonizaba una de las mejores escenas, el duelo contra el
campeón de Meereen. Escena que le han
dado al infame Daario Naharis.
Como bien sabéis este personaje ha sido interpretado
por dos actores distintos. Si bien ninguno de los dos se ha parecido ni por
asomo al personaje real, extravagante a más no poder, la nueva interpretación
no es más que un norteño cualquiera, si lo pusieras en cualquiera de las
pasadas escenas de Robb al fondo,
nadie le prestaría atención. Y no suelen molestarme los cambios de aspecto en
los personajes, pero en uno como Daario
Naharis, donde la apariencia es tan importante, es imperdonable.
Pero más imperdonable aun es lo que han hecho con el
duelo de campeones en Meereen. Al
haber omitido la existencia de Belwas el
Fuerte le han dado la escena al mercenario, que al derrotar a su enemigo
saca un cipote de plástico y mea de cara al público, devolviendo el gesto que
hace el luchador enemigo antes del combate. Una porquería, incomparable a
cuando, tras decapitar al campeón de Meereen,
el bicharraco Belwas caga ante la
ciudad sitiada y se limpia con la capa de su contrincante
Respecto a este personaje tengo la teoría de que
originalmente iban a incluirlo e hicieron el casting para encontrar al actor
que lo interpretaría. Y el elegido fue Nonso
Anozie (quien interpreta a Xaro Xhoan
Daxos), pero tras decidir modificar drásticamente toda la trama de Qarth, los papeles se redistribuyeron,
creando al Rey de las Especias (cuyo
aspecto concuerda con el de Xaro Xhoan
Daxos) y convirtiendo al que hubiera sido un buen Belwas en un taimado mercader.
Belwas el Fuerte por Joe Harty© |
Sansa
Siguiendo en la línea, esta es la trama más respetada
con respecto al libro. De momento solo se ha omitido la visita Los Dedos, las tierras de Petyr Baelish, y el teñido de pelo de Sansa. Detalles sin importancia, salvo
por el hecho de que la escena comience con Meñique
advirtiendo a la joven Stark que el
color de su pelo es peligroso. Supongo que la teñirán más tarde, en una escena
rodada en algún baño grande, donde puedan salir de fondo mujeres con las tetas
al aire.
Arya
Uno de los personajes favoritos de los seguidores
tanto de libros como serie. Aunque podemos ver que su viaje con El Perro está siendo alargado en exceso,
esto es comprensible, ya que el contrato seguramente durará toda la temporada.
Pero más importante que esos detalles es para mí
reflexionar sobre una de las principales diferencias entre libro y serie: la
justicia poética.
Si algo se caracteriza la saga de Canción de Hielo y Fuego es que es muy realista en el aspecto del
azar. Sí, hay dragones y magia, pero no hay justicia poética. Los tramposos y
traidores vencen sobre los nobles y justos, las venganzas rara vez son
alcanzadas y, en especial, pocas veces las muertes son ominosas o heroicas.
Estas son licencias a las que nos tienen acostumbrados el cine y la literatura
común, pero George R. R. Martin ya
nos ha enseñado que nadie es inmortal y que las tramas, como en la vida misma,
pueden quedar abiertas y olvidadas, los personajes mueren sin desvelar secretos
y sin descubrir toda la verdad.
La justicia poética y otras licencias son para que el
público disfrute con el ocio o para instruir con una moralidad basada en la
superstición. Por ello, la serie modifica la escena de la taberna, una de las
pocas en las que Martin calma la sed
de venganza de los lectores permitiendo que Arya
mate a Polliver. Sin embargo,
mientras que en el libro ella entra en un estado de enajenación apuñalándolo
una y otra vez, en la serie recrea la situación en la que fueron capturados
ella y sus amigos y lo mata con frialdad. De esta forma la transformación de Arya se adelanta mucho.
Brienne
Toda esta trama de Brienne
parece que va a poder resumirse fácilmente: nos encontramos ante un nuevo dúo
humorístico. Lo más llamativo es que parecen haber otorgado a Podrik Payne el don del buen rollo.
Todas las escenas en las que aparece son de cachondeo y no importa que
personajes aparezcan en ella, estos sucumben al buen rollismo de Pod y no dudan en hacer chistes y poner
muecas.
Bran
Y llegamos a la conclusión de los periplos de Bran y compañía por el torreón de Craster. Como buen relleno, todo acaba
tal y como empezó. Mueren algunos extras, muere el personaje inventado de Locke que (que, para mi sorpresa, tenía
como objetivo capturar al “pequeño” Stark),
muere el malo al estilo Holocausto
Caníbal, y cada uno a su casa que ya hemos rellenado otro medio capítulo,
que junto con la mitad del capítulo anterior ya hacen un capítulo completo de
relleno incoherente y absurdo.
Pero sí hay algo definitivo en todo este relleno, al
igual que hicieron con Joffrey, han
convertido a Bran en un asesino.
Podrían haber hecho que Bran, en el
poderoso cuerpo de Hodor, matara por
accidente a su raptor. Pero en lugar de eso han decidido que le parta el cuello
como si fuera una rama seca. Que por otro lado es absurdo, en lugar de hacer
que, por ejemplo, Hodor lance a su enemigo y este caiga golpeándose contra una
roca o que lo golpee varias veces, y dada la inconmensurable fuerza, lo mate;
han decidido que, al estilo Cesar Millán,
el experimentado cuchillero quede doblegado al ser agarrado por la “pinza de la dominación”, ni se retuerce, ni lanza puñaladas, ni patadas ni nada, se deja
matar y listo.
Y hasta aquí el capítulo de hoy, con nuevos y jóvenes
asesinos, pocas tetas y mucho relleno más allá del muro. Próximamente más, que
al parecer está todo el mundo que no caga con el capítulo seis.
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