Esta entrada está dedicada a todas aquellas personas
que aman la saga Canción de Hielo y Fuego
y odian la serie Juego de Tronos. Por
ello, aviso que este texto contiene gran cantidad de
spoilers, teorías y lenguaje agresivo. Si no has leído los cinco libros
publicados, no sigas leyendo.
Bienvenidos a esta nueva entrega de Juego de Truños, debo confesar que tenía
miedo de enfrentarme a este capítulo, solo había escuchado opiniones positivas
y emocionadas. Eso sí, opiniones de seguidores de la serie, no lectores de la
saga. Por suerte, mis queridos guionistas no solo no me han decepcionado, sino
que han sido capaces de superar lo visto en el torreón de Craster. Pero bueno, no adelantemos acontecimientos, empecemos por
el principio.
George R. R. Martin, el amigo de los niños |
Davos
Juego de Tronos sigue en su
línea de destrucción de personajes y esta semana le toca a (redoble de
tambores) Stannis Baratheon. Con Davos, uno de los mejores personajes de
la serie (fiel al libro hasta la fecha), el malhumorado hermano del difunto rey
Robert se va a Braavos a pedir dinero al Banco
de Hierro. De esta forma se adelanta el encuentro entre los banqueros y el
aspirante al trono y se cambian los personajes.
Por un lado,
Stannis pasa de ser el orgulloso caballero bendecido por su único y
verdadero dios a ser alguien capaz de pedir ayuda, convirtiéndose en una sombra
del personaje creado por Martin. Por
otro, el Banco de Hierro ya no hace
previsiones y ajustes de cuenta, de forma que deciden que lo mejor es mandar a
un funcionario a buscar a Stannis
como mejor inversión para recuperar su dinero. El Banco de Hierro de la serie necesita que un antiguo contrabandista
les abra los ojos. Después de haber presentado a esta organización como algo
implacable (que inquieta incluso a Tywin),
se nos muestra como una panda de acomodados.
Se cierra la primera parte con doble ración de
pechuga, pero tranquilos, que solo es para ir calentando motores.
Hay deudas que saldar, así que dejadme más dinero |
La Hija del Kraken
¿El torreón de Craster?
Nimiedades. Ahora es cuando los expertos en “guión adaptado” nos demuestran
hasta donde pueden llegar y lo dan todo. El barquito capitaneado por Asha (renombrada en la serie como Yara), se alterna en pantalla con el
bastardo de Lord Bolton dale que te
pego con su novia imaginaria. Todo empieza a pintar muy raro. ¿Por qué alternan
cortes de personajes que están a tanta distancia? Entonces la escena acaba y lo
inimaginable ocurre, aquello que tu mente estaba empezando a cocinar mientras
escuchabas las líneas de la carta firmada por Ramsay. Tardas en admitirlo, no, no puede ser, te niegas a aceptar
lo que están viendo tus ojos… pero sí, se han superado a sí mismos. Están
rescatando a Theon.
Un grupo de menos de diez piratas se ha colado en el
castillo y ha llegado a las perreras. Pero lo mejor no es eso, lo mejor es que
salta la alarma y solo aparecen para detenerlos el bastardo semidesnudo y
cuatro gatos ¡Y GANAN! En un homenaje al Sr.
Burns, Ramsay suelta a los perros
y los implacables piratas huyen con el rabo entre las piernas.
Parece ser que destruir personajes de uno en uno sabe
a poco y han tenido que aumentar la dosis. Adiós a toda la casta Greyjoy, adiós a las batallas, las
conquistas y venganzas generacionales. Toda la trama que desarrollan los piratas
de las Islas del Hierro durante los
primeros libros ha quedado reducida a lo que incumbe directamente a Theon, a su traición, su captura y su
cautiverio. Pero no es de extrañar, cómo van a ser un peligro para los Siete Reinos una banda de filibusteros
que huyen de unos perros. Los hijos del hierro no siegan, corren y se esconden
en sus islas.
Daenerys
Tras una buena escena protagonizada por Drogon vemos un pequeño ejemplo de las
audiciones de la reina Targaryen. En
ella se nos presenta a Hizdah “Pesadilla”
Zo Loraq, uno de los personajes más
cansinos de la saga Canción de Hielo y
Fuego. Cuando lo lees, nuestro amigo Hizdah,
no cae bien desde el principio y con el tiempo tampoco acabas queriéndolo; aun
así, su primera aparición en la serie nos indica que le van a otorgar algo de
carisma. ¿Por qué? Supongo que para ahorrar. Mientras que en los libros el
personaje es insufrible, alrededor de Daenerys
hay bastantes personajes jugando a su Juego
de Tronos particular, presionándola y consiguiendo que finalmente acabe
accediendo al matrimonio. En la serie, haciendo el personaje un poco más
agradable, el desenlace se puede conseguir con menos presión y, por tanto,
menos actores en nómina.
Por otro lado, cuando mí “idolatrado” Naharis menciona a los Segundos Hijos, no puedo evitar
preguntarme por otro personaje desaparecido, Ben Plumm “El Moreno”. No es que me preocupe su relevancia o no en
esta parte de la historia, pero me
gusta hacer apuestas sobre qué personajes no van a aparecer nunca
y cuáles van a ver pospuesta su aparición y cuándo será esta. Aunque el actual
comandante de los Segundos Hijos, me
preocupa poco, sí creo que la tierra (o los mares) se van a tragar al bueno de Quentin Martell en la serie, de momento,
en el anuncio de nuevos personajes para la próxima temporada no lo he visto.
La Víbora Roja
Antes del laureado juicio vemos una reunión del
consejo que sirve de recordatorio general, destacando el olvidado papel de Jorah como espía (¿por qué será?).
Destaco el recuperado protagonismo de Varys, ya que me sirve para recordar la
peor escena que ha protagonizado, evidentemente producto de los guionistas. La
escena a la que me refiero es aquella en la que Varys narraba a Tyrion el
momento de su castración, con rito satánico incluido, y, tras su historia, abre
un baúl con un abuelito metido dentro. ¿Por qué esa escena no vale un duro? Porque
Varys obtenía su venganza, una venganza que realmente era
inalcanzable, porque seguramente el hombre ya habría muerto de otra manera.
Porque en Canción de Hielo y Fuego no
existe la justicia poética. Además, en esta escena es la única en la que el
personaje de Varys no es fiel al libro,
ya que se abre demasiado a otro personaje, cuando ya sabemos que La Araña siempre está tejiendo…
Tyrion
Y por fin llega, el juicio, las grandes
interpretaciones con las que está todo el mundo que no caga. Y sí, tengo que
reconocer que está muy bien el juicio. Aquí han hecho un buen trabajo mis
amigos los guionistas, pero tengo que hacer honor a mi título de hater así que me
quejaré del público. Que en una escena un actor se ponga a gritar y todo el
mundo se levante a aplaudir es como cuando una actriz de Hollywood interpreta a una prostituta y le dan un Oscar. Considero que Peter Dinklage trabaja muy bien, siempre.
Jaime
Me dejo lo mejor para el final, el interludio protagonizado
por Tywin y Jaime, en el que una vez más vemos como se ceban con el incestuoso Lannister. Lo último, ofrecerse a
abandonar la Guardia Real para volver
a Roca Casterly como heredero, a
cambio de salvar la vida de Tyrion. Pacto
que su padre acepta automáticamente.
Si recordáis bien, en el libro es Tywin quien muestra una única falla en su férrea determinación con
su debilidad por su primer hijo varón, por ello su gran obsesión es que Jaime acepte ser el heredero de la casa.
El complejo Jaime de Canción de Hielo y Fuego se niega, ya
que ha decidido ser libre, vivir su propia vida. Pero el bipolar de la serie adopta aquí su
personalidad de “buena gente” para sacrificarse por su hermano.
Bueno, hasta aquí este capítulo que se me ha atrasado
más de lo pretendido. Me pongo con el número siete a ver qué nuevas perlas me
tienen preparadas. Hasta luego corazones
(de caballo como el que se comió la Kaleshi).
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