viernes, 8 de abril de 2011

Telebasura y lo Políticamente Correcto

Si hay un tema del que me encanta hablar es de la televisión, a pesar de que no la veo prácticamente nada (una media de 1 o 2 horas a la semana desde hace unos años). Aunque creo que no hace falta ver televisión para saber qué hay, con ver un trozo de un zapping, escuchar algo la radio y echar un vistazo al periódico gratuito, sumados con una gran habilidad para hablar de lo que no se sabe (habilidad de la que hablaré en alguna de las entregas del “Manual del Repelente”) ya puedes estar horas y horas de debate acalorado.

Voy a hablar en concreto de un debate que comenzó hace ya una década, cuando yo aún veía la tele, con uno de los programas que solía ver: Crónicas Marcianas. El de la telebasura. No quiero entrar en “qué es la telebasura”, que si es algo muy subjetivo que si para gusto están los colores… No, para gustos hay 2: el bueno y el malo. Y es que en realidad, el tema de la telebasura es la excusa que he elegido para hablar de otra cosa más radical, cuan desplazamiento psicológico. El tema es: RESPETAR LOS GUSTOS DE LOS DEMÁS.

Y yo me pregunto: ¿Por qué? No hay nada que me guste más que discutir sobre el mal gusto que tienen los demás y sobretodo el momento en que te dicen “¿pero tú lo has visto para poder putearlo?” y contestas con la mayor satisfacción “yo no veo esa mierda”.
Un argumento que esgrimió hace poco Jordi González (con su cita a Sardá en tuitter) y que escuché en el programa Levántate y Cárdenas, que sigo prácticamente a diario, fue algo así a: decir que tal programa es telebasura es insultar a toda la audiencia de dicho programa.

¿Y? ¿No tuvieron seguidores las teorías sobre que la Tierra era plana? Además, decirle a alguien “tienes, en mi opinión, mal gusto” no creo yo que sea un insulto mayor. Y si encima nos estamos refiriendo a qué programas ve no es ni insulto, cada uno que haga lo que quiera con su tiempo libre, si hay gente que dedica parte de su tiempo a correr… que dice uno, ya puestos a hacer deporte (que ya tiene delito), haz algo divertido, jugar a algo. NO, correr. Al menos correr es gratis, no como ir al gimnasio…

Volviendo al tema, que no se sabe, por regla general, diferenciar entre que algo te guste o no y que sea o no sea bueno, entiéndase por “bueno”: producto de calidad cuyo objetivo no sea tratar al usuario al que va destinado como un ser inferior. Es fácil decir: “Sé que Gran Hermano es una mierda, pero a mí me gusta”, pero como otra persona te diga que es una mierda es difícil no alterarse.

A la vez que parece harto complicado entender lo opuesto:
- Sé que el Padrino es un peliculón, pero a mí no me gusta.
- ¿Entonces por qué dices que es un peliculón?
- Pues me lo supongo por los siguientes motivos: “el Padrino es una obra de culto” es de cultura general, Coppola, Marlon Bando, Al Pacino… Pero a mí no me gusta.


En definitiva, que la gente no atiende a razones, aunque viendo cierto tipo de programas es de esperar, ¿tan difícil es dejar que la gente vea lo que le dé la gana?

Y más importante, ¿tan difícil es dejarme a mí meterme con los gustos de los demás sin que se ofendan?