¡SPOILER! A lo largo de esta entrada hablaré sobre la
trilogía de Batman realizada por Christopher Nolan y protagonizada por
Christian Bale, así que si no las has visto deja de leer y ¡PONTE A VERLAS YA!
Antes de
empezar (y por si el Preludio no lo había dejado claro) esta trilogía va, a
groso modo, de que el mundo está tan hecho mierda que ya va siendo hora del
final. Bueno, en realidad con “el mundo” me refiero a la raza humana. En esta
primera parte el protagonista de la entrada será el villano de la tercera
película de la trilogía de Nolan del Hombre-murciélago: Bane.
Cuando supe
que el malo sería Bane me pregunté: ¿Y ese quién es? Y es que, en realidad, aun
soy bastante inculto en la mitología batmaniense y conozco a los principales
villanos.
Tras su
visionado la conclusión fue buena, peliculón, aunque un poco por debajo de la
magistral segunda parte. Eso sí, lo que más me gustó fue el sorprendente
villano, un maromo que a base de palos acaba con el orden social establecido en
Gothan. Bane lleva a cabo una revolución para “devolver Gothan al pueblo” y
derrocar a los poderosos que han convertido el mundo en un lugar decadente y se
dedica a matar a ricos y poderosos (todos ellos corruptos, evidentemente). Esto
hace que el villano pueda simpatizar con el espectador actual, afectado por la
crisis provocada por esos hijos
de la gran puta pero sufrida por los de siempre.
Pero he aquí
la cuestión, lo de Bane es una mentira, al final va a reventar la ciudad con
una bomba, y a parte, por “ciudadanos” se ve que él entiende “criminales
presidiarios”, entonces no cae tan bien como podría. Por otro lado Batman
realmente no es un justiciero, no lucha por la justicia, si no por la ley. Un
conflicto reiterativo a lo largo de los comics del Caballero Oscuro (y también
de Superman) es el hecho de que tiene unos valores demasiado fuertes: NO MATA,
solo detiene a los criminales. Y estos, aprovechándose de un sistema judicial
nefasto acaban, de una manera u otra, volviendo a las andadas tarde o temprano.
Por lo que en esta película Batman no es más que un guardián del estatus social
establecido, un guardaespaldas de los mandamases, en definitiva, un policía
antidisturbios con cachivaches muy caros. Por eso Bane tiene que ser así de
malvado, porque si no preferiríamos que muriera Batman.
Después de
esta introducción vamos al siguiente punto de la entrada: El partido Betis –
At. Madrid que se disputó antes de ayer (27-9-2012). Odio el fútbol, pero si
ves las noticias algo de este deporte pillas seguro y para mi sorpresa vi este
video. En él se aparece una pelea de descerebrados, uno con camiseta blanca
y otro con uniforme, donde la superioridad numérica impone la victoria. Al
verlo no he podido sentir más que una enorme frustración porque, como siempre,
la violencia solo se utiliza inútilmente.
Mi pregunta
es, por qué ese tío con dos cojones. Ese hombre que, ante cinco tíos armados
con porras, en lugar de huir o levantar las manos se lía a ostias con la mano
abierta mientras le llueven palos… Por qué ese Bane de andar por casa está
liando el taco por una mano que el árbitro no ha pitado en lugar de estar en
Madrid dándole galletas a todo el Congreso.
Este tinglado
está tan bien montado que los realmente peligrosos, los violentos, o están
controlados o están comprados (Fuerzas de Seguridad del Estado). Mientras que a
las personas con principios se les ha convencido que el más importante de estos
es la PAZ. Mientras que a los que hacen las leyes y a sus guardianes no les
faltarán las armas. Porque en el fondo, en última instancia, el más fuerte
siempre “llevará la razón”.