Lo mejor de la publicidad es que da igual que veas poco la
televisión, con que pilles algo de publicidad ya te pones al día de cómo están
las cosas. El otro día vi el nuevo anuncio de Movistar, el de Fusión, que reza “te
vamos a sorprender”. El anuncio es el siguiente:
En él se recurre a lo que según la descripción del video es “[…]
una divertida y original campaña de tv rodada con gente real y cámaras ocultas.”
¡Qué arte! Vas a comprar pan y te endiñan un contrato Movistar. Pero a mí lo que
me parece, más que el uso de la “sorpresa” de la panadería como símil de la
sorpresa que te va a producir la nueva tarifa, es que la gente no entra a las tiendas
Movistar por propia voluntad.
Las empresas que ofrecen productos económicos promocionan
ese aspecto, pero qué hace quien no vende barato. Cuando eres la empresa más
cara del mercado se hacen necesarias varias estrategias. Una de las estrategias
básicas de publicidad es recurrir a los sentimientos y, en especial, al humor. En
esto Movistar es una especialista en hacer anuncios nefastos. Mezclando un
humor más malo que el de “Aquí no hay
quien se avecine” y sentimentalismos baratos. No puedo evitar recordar la
asquerosa campaña “compartida la vida es más”, protagonizada por una comunidad
de vecinos más falsa y repelente que toda la plantilla de Disney Channel.
Pero volviendo a la última sorpresa de Movistar, el anuncio es muy instructivo, ya que nos muestra
técnicas básicas de venta. La sorpresa inicial que desorienta a la víctima o el
bombardeo de información sesgada (“si no llamas no pagas” festival del humor),
son ejemplos de ello. Mucho más clarificadora es la cara de la señora mayor
diciendo “¿eh?”, cuando el comercial le dice “Movistar Fusión Cero”, y el sigue hablando. ¿Qué más da si esta
mujer se entera si lo que importa es vender?
Estoy apuntado a la lista Robinson, es decir, que no me
pueden sorprender con llamadas publicitarias, ni al fijo ni al móvil. Pero ya
no podré ir tranquilo a comprar el pan, ya que cuando menos me lo espere Movistar estará al acecho, esperando mi
incauta mente, debilitada por el hambre, para sorprenderme con una de sus
nuevas estrategias.
Para quien le interese apuntarse en la lista Robinson, para
que no os sorprendan con llamadas publicitarias, es muy sencillo y lo podéis
hacer a través del siguiente enlace: